Anoche me contaba un párroco que ha comenzado una experiencia de “Mesa Fraterna” los domingos en su parroquia que se había desbordado, que ayer fueron 50 personas y que se había convertido casi en el comedor social de los domingos. Me he acordado de él esta mañana al leer el Evangelio. Le he escrito y le he enviado el trozo para que se sienta feliz por lo que ha sucedido. Nosotros planeamos una cosa, y la discernimos bien, y luego sale otra. El Señor sabrá qué quiere de nosotros y de nuestras comunidades. En mi parroquia también queremos dar hoy un paso en el tema del discipulado y lo ponemos en las manos del Señor, este “negocio” es suyo. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
